¿Enseñar o investigar?

(*) PEDRO BERNARDO CELIS |  EL UNIVERSAL – Los sistemas educativos tienen como objetivo desarrollar recursos humanos útiles a su sistema social. En artículos anteriores hemos discutido aspectos fundamentales de estos sistemas educativos. Desde el kindergarten, hasta la universidad, cada nivel cumple una función específica. Cada nivel alimenta a los niveles superiores con estudiantes preparados para ser exitosos en sus profesiones, en sus oficios y en la vida misma. Son los maestros y profesores, unos de los pilares fundamentales de nuestro sistema social. Bajo este marco, la preparación de los maestros y profesores adquiere importancia estratégica.

Todo maestro o profesor debe dominar la materia y la temática que enseña, y a la vez debe dominar las competencias requeridas para transmitir los conocimientos de forma efectiva a sus pupilos. El conocimiento cambia en la medida en que el sistema social progresa. El conocimiento de hace una década, no es el mismo 10 años después. En algunas áreas cambia más rápido que en otras, pero siempre cambia, y el maestro o el profesor deben mantenerse al día. Las tecnologías y herramientas utilizadas en la enseñanza también cambian y evolucionan con el progreso. Ellos deben desarrollar las competencias necesarias para sacar el máximo provecho de estas nuevas herramientas de trabajo. Los maestros y profesores tienen la obligación, por encima de cualquier otro profesional, de mantener sus conocimientos, habilidades y competencias al día. Para esto, la investigación y la experimentación es parte integral de su vida profesional. ¿El maestro y el profesor deben enseñar o deben investigar? Evidentemente, el éxito de cualquier sistema educativo se basa en que investiguen para luego enseñar.

Las competencias profesionales de investigación y experimentación se enseñan a nivel de posgrado. Todo estudiante que estudie un master, tiene como requisito para graduarse, la presentación de una tesis, que no es otra cosa que un trabajo de investigación detallado sobre un tema específico. Todo estudiante que estudie un doctorado, no solo debe realizar una investigación, sino convertirse en la persona que domina más el tema, por encima de cualquier otra en el mundo. Además, debe publicar sus investigaciones y resultados como requisito fundamental para obtener el título de doctorado. Los profesores universitarios se caracterizan por realizar investigaciones continuamente en su campo de acción. Las universidades y demás centros de investigación se miden por la velocidad a la que generan publicaciones, como una medida de la capacidad de generación de conocimiento y desarrollo de competencias.

A nivel mundial, un barómetro de la capacidad e importancia que se le da a la investigación y desarrollo de competencias en los diferentes países, son los premios Nobel. Según la página nobelprize.org, hay 889 laureados con el Premio Nobel, desde sus inicios en 1901 hasta la fecha en 2014. Los países con más laureados son Estados Unidos con 256, Reino Unido con 93, Alemania con 80, Francia con 53, Suecia con 28, Rusia con 27, Polonia con 26, y Japón con 21. Estados Unidos lidera la lista con 30% de todos los laureados. Le sigue de lejos el Reino Unido con 11%. Japón apenas tiene un 2% del total de laureados. El caso japonés es muy interesante, ya que de sus 21 laureados, 14, el 66%, recibieron el Premio Nobel en el siglo XXI. En el siglo XX apenas tuvieron 7 laureados. Es notable el avance que han logrado en este indicador. Estos resultados tienen sus origines en una falla identificada en su sistema de educación ya en la década de los 80. El problema no era el dinero invertido en investigación y desarrollo. Existían instituciones adecuadas, con presupuestos adecuados. Sin embargo, la creatividad de los investigadores y profesores no se desarrollaba tanto como en Estados Unidos y Europa. Fue el primer ministro, Yasuhiro Nakasone, quien por esos años impulsó el intercambio cultural con el mundo entero, como medida de apoyo al desarrollo de la creatividad en las ciencias exactas. Nakasone, durante su mandato, incrementó el número de estudiantes extranjeros en Japón, de 20.000 a 100.000, a través de un programa de becas y otros esquemas. El resultado de esta y otras iniciativas se puede observar en la capacidad que han desarrollado los japoneses para ser merecedores de cada vez más premios Nobel.

Toda Latinoamérica apenas cuenta con 16 laureados, principalmente en literatura, paz y medicina. El único venezolano en la lista, desarrolló sus investigaciones médicas en Estados Unidos. Debemos desarrollar en casa las competencias necesarias para investigar, para enseñar y para progresar. Tenemos que focalizarnos en mejorar nuestro sistema educativo, y tenemos que empezar por dar a los maestros y profesores el sitial de honor que merecen como pilar fundamental de nuestro sistema social. 

(*) Profesor, Procesos y Sistemas, USB, Venezuela. Sistemas Dinámicos y Pensamiento Sistémico. Investigación de Operaciones. Articulista en @ElUniversal

Twitter: @ProfPBCelis